10 de julio de 2020
PRINCIPALES RESULTADOS
•
El 41,6% de los establecimientos han solicitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) total o parcial.
• El 48,9% de los establecimientos utilizó el teletrabajo durante el
estado de alarma para mantener la actividad de sus negocios. Esta medida se implementó para el 32,2% de la plantilla.
Nivel de actividad de los establecimientos durante el estado de alarma.
La irrupción de la crisis de la COVID-19 ha supuesto un impacto muy importante en la actividad de los establecimientos de la Comunitat Valenciana. Tan solo el 18,5% de ellos declara que ha seguido funcionando normalmente sin una incidencia apreciable en su actividad. Por tamaño del establecimiento, medido en número de asalariados, la incidencia ha sido menor en los establecimientos más grandes; en concreto, los de más 1.000 asalariados han seguido funcionando sin cambios apreciables en la actividad en el 30,8% de los casos, lo que contrasta con solo el 11,3% de los de menos de 10 asalariados. Por provincias no se detectan diferencias importantes, variando los porcentajes de funcionamiento normal entre el 16,7% de Alicante y 20,8% de Castellón.
En lo que respecta a la cuantificación de la incidencia, en la mayoría de los casos, aunque han seguido funcionando, la actividad ha llegado a ser hasta un 50% menor de la habitual. En promedio, solo el 25,5% de los establecimientos han podido mantener o incluso aumentar el nivel de actividad. Por sectores, los que con mayor proporción han declarado una disminución de la actividad han sido el de la construcción (82,4%) y transporte y hostelería (87,2%).
Modificación en el funcionamiento de los establecimientos durante el estado de alarma
Para hacer frente a la crisis los establecimientos han tenido que tomar medidas para mantener cierto nivel de actividad, modificando su funcionamiento en el 54,8% de los casos. Sin embargo, el nivel de respuesta ha sido muy diferente dependiendo del tamaño (medido en número de asalariados) del establecimiento, siendo los de más de 1.000 asalariados, con el 84,6%, los que en mayor proporción han reaccionado con modificaciones, mientras que solo el 33,5% de los de menos de 10 asalariados han tomado alguna medida.
Por sectores, las diferencias no son tan acusadas. Los sectores que en menor proporción han puesto en marcha modificaciones de funcionamiento han sido transporte y hostelería (44,0%) y comercio (50,0%) mientras que este porcentaje llega hasta el 69,0% en el resto de los servicios.
Actuaciones en materia de empleo llevadas a cabo por los establecimientos durante el estado de alarma
La crisis de la COVID-19 también ha requerido que los establecimientos llevaran a cabo actuaciones en materia de empleo. Las medidas más frecuentes han sido solicitar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) parcial o total (41,6%), y el ajuste de la jornada laboral, reorganizándola (39,6%) o reduciéndola (37,5%).
Por sectores, los que en mayor medida han recurrido a solicitar un ERTE sobre parte o toda la plantilla han sido los establecimientos dedicados al transporte y hostelería (56,0%), mientras que en comercio solo se ha recurrido a esta solución en el 32,9%. El ajuste de la jornada laboral mediante la reducción o reorganización de esta ha sido, en cambio, más frecuente en industria (32,9% y 49,3%) y menor en otros servicios (35,3% y 33,3%).
<
Utilización del teletrabajo antes y durante el estado de alarma
Durante el estado de alarma, un buen número de establecimientos ha proporcionado a sus empleados la posibilidad de teletrabajar. Los datos indican que ha habido un incremento tanto en el número de establecimientos que lo han implementado como en el porcentaje medio de empleados que lo han desempeñado.
Si antes del estado de alarma solo un 9,0% de los establecimientos hacía uso de esta herramienta, este porcentaje subió al 48,9% durante este período. El porcentaje medio de uso por la plantilla durante esta época ha sido del 32,2% mientras que previamente era del 23,1%.
En el sector industrial se observa un incremento muy notable en el porcentaje de establecimientos con teletrabajo hasta llegar al 57,5% del total durante el estado de alarma. El sector otros servicios también ha alcanzado un porcentaje de establecimientos con teletrabajo bastante elevado con el 62,9%. El porcentaje de desempeño del teletrabajo por la plantilla en este último sector durante el estado de alarma es el más elevado con un 51,3% de la misma como media.
Durante el estado de alarma ha estado bastante generalizado el teletrabajo en los establecimientos de mayor tamaño a pesar de que previamente esa herramienta no estaba muy implantada con porcentajes de partida del 10,1% en los establecimientos con 50 a 199 asalariados e inferiores en los de tamaño superior. En los establecimientos con tamaño superior a 50 asalariados donde ha estado implantado el teletrabajo en el estado de alarma, que han sido la mayoría, este ha sido desempeñado, como media, por menos del 30% de la plantilla.
Aunque en los establecimientos más pequeños el teletrabajo ha estado menos implantado durante el estado de alarma (un 17,5% de los establecimientos de menos de 10 asalariados), un mayor porcentaje medio de su plantilla se ha acogido a esta modalidad (43,5%) en comparación con los de mayor tamaño.
Puede obtenerse información más detallada en el portal estadístico de la Generalitat (Información estadística > Acceso temático > Economía > Empresas > Indicadores de confianza empresarial ).
Nota metodológica
La Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística, ha
realizado, por primera vez, una encuesta de opinión sobre el impacto de la COVID-19 en los establecimientos de la Comunitat Valenciana. La encuesta se
llevó a cabo desde el 15 de junio hasta el 6 de julio de 2020.
El módulo de Impacto de la COVID-19 tiene como objetivo recoger las opiniones de los gestores de los establecimientos sobre diferentes aspectos de
sus negocios durante y después del estado de alarma provocado por la crisis del coronavirus.
La metodología, al igual que la del ICE, se basa en la del índice TANKAN japonés, es decir, no hay ni ponderación ni elevación según las características
del establecimiento pues la opinión de cada informante cuenta lo mismo. Esta metodología permite la integración en la muestra nacional de los datos
recogidos por la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo.